miércoles, mayo 05, 2010

Luna



Madrugadas cómplices
profundos secretos
guardaste en tu regazo
mi eterno lucero


Tus ojos de perla miraban
mientras mis penas contaba
etérea y sublime menguabas
con taciturnas lagrimas


Fervientes sueños cobijados
entre tu manto de plata
suplicantes te pedían
que a tu lado me llevaras


 

Ya deje de mirar al cielo y  pedirte niña luna que le lleves mis caricias y las poses en su cuerpo












2 comentarios:

  1. eres tu y la luna hablando de una complicidad

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  2. Me ha gustado el aire místico de tus letras con la luna. La imagen del post y la de cabecera tienen un encanto especial.
    Un abrazo

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