Estoy frente a tí
con solo la luna de testigo
reflejando su tenue luz en tu pálida piel,
que parece tan fría
y provoca tantos tormentos
que revuelven mi mente
y me pierden en el martirio
que provoca escuchar tu voz
el dolor es tan sutil y placentero
que no puedo escapar y no lo quiero hacer,
me quedare así perdida en tu profunda mirada
que parece tan lejana y antigua.
Mí alma se entrega sin reservas a la tuya
que no ofrece tregua
y la toma con desesperación
arrancándome suspiros y robando de mi cuerpo
el ultimo latido de mi corazón
excelente versos, sentidos y profundos.
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